Amor de lejos… ¿Es cuestión de pendejos?
Mi concepto, las relaciones a distancia son desgastantes, dolorosas e ilusas, que tiene cosas buenas, si, tienen cosas buenas ya que este tipo de personas encuentran una conexión especial...

Publicado en marzo de 2016
Citando al poeta y filósofo de la época de nuestros padres el gran “Pastor López” quien nos dejó una frase que marcó a muchas generaciones: “Amor de lejos para los pendejos” ¿Qué pasa en la actualidad con los amores a distancia?
En esta era tecnológica en donde puedes “conocer” gente casi todos los días, la era del acercamiento relativo de las distancias y llena de clichés y bla, bla, bla, encontramos esta modalidad afectiva del “amor a distancia” en donde el 100% de contacto es a través del mundo virtual o el teléfono. ¡Ah odiada y amada tecnología!. Lo que también nos demuestra que el contacto físico podría pasar a un segundo plano y empezar así a crear lazos amorosos y de confianza pero lo que no sabemos es que tan nocivo o benéfico pueden ser este tipo de relaciones.
Por experiencia propia de la amiga de una amiga mía, les puedo contar que los lazos afectivos de las relaciones a distancia pueden ser muy fuertes, que así mismo día tras día se puede trabajar en reforzar la confianza, a tal punto de empezar los “sex-chat”, el intercambio de fotos íntimas y diferentes experiencias sexuales por video cam.
Pero el verdadero problema empieza cuando:
A. Usted es POBRE
B. Se pierde la confianza
C. “El cuerpo necesita más que ver y darse amor a mano propia”
Aunque suene cruel, si usted es POBRE, y lo escribo en mayúscula para que se entienda que si usted no tiene para darse el lujo de viajar seguido a la tierra de su amado usted es POBRE, entonces mejor no se meta en amoríos virtuales ¿Por qué? Porque el cuerpo pide amor y no justamente el que usted se da así mismo y creería que por fidelidad a su pareja virtual no querrá optar por buscar amor en otra persona.
Ahora la principal base de estas relaciones a distancia es la confianza, ya que usted no sabe con certeza que hace o habla su pareja, así ésta le cuente con pelos y señales que hizo en todo su día y aquí aplicamos ese bello dicho que dice: “Amor de lejos, amor de pendejos y felices los cuatro” o tres cuando uno es pendejo. [Sad but true]
Todo esto no es para que se desanime, o bueno si un poquito, aunque conozco casos (contados con la mitad de los dedos de mi mano derecha) que han podido resistir por años este tipo de relaciones y que ahora son felices JUNTOS, si JUNTOS, porque en algún momento tienen que estar físicamente juntos ya que esos amores a distancia y felices por siempre no existen.
Mi concepto, las relaciones a distancia son desgastantes, dolorosas e ilusas, que tiene cosas buenas, si, tienen cosas buenas ya que este tipo de personas encuentran una conexión especial y al parecer se complementan y reviven de alguna manera el amor en ellos, pero, poniéndome un poco romántica les digo: Es más bonito caminar de la mano de alguien por la calle, sentir el abrazo fuerte de su amado o la mano suave y perfumada de una mujer acariciando su barbilla, la mordida de un beso apasionado y … ¿por qué no? la agarrada de nalga en el transcurso de ese beso y ni hablar de lo increíble del sexo de a dos, cosas que no se pueden reemplazar con la frialdad de un teléfono y una cam que en cualquier momento pixela una imagen.
Si usted no ha caído en las redes virtuales del amor, huya y no caiga en él, evítese sufrimientos por la ausencia física de quien usted quiere. Si está en una, disfrútela, pero siempre sea sensato con la persona que está a través de la pantalla y en especial con usted; y si usted, como la amiga de mi amiga que no soy yo, cayó hace algún tiempo en ese amor a distancia, ya sabe que a ese río tormentoso de dudas y amor no se vuelve a meter ni por qué le paguen.