Carta a mi yo del pasado
No te alejes de tu familia y amistades, a los abusadores les interesa que te veas sola y vulnerable. Me encantaría poder abrazarte y decirte que formes una red de apoyo.

Publicado en mayo de 2020
Querida Valeria,
Te escribo este mensaje por si algún día desarrollan la tecnología para enviar cartas que viajen en el tiempo. Lamento ser portadora de tan cruel noticia, porque tu vida no será fácil y tendrás por maestro al sufrimiento. No puedo cambiar el pasado y no puedo cambiarte, solo quiero que sepas que no te juzgo por estar saliendo con él, eras joven e inexperta y quizá tenías que vivir esto para que más adelante te conviertas en mí, una mujer resiliente.
Solo te pido que rebobines el cassette y mires las señales. No permitas que te trate como si fueras poquita cosa, ni le creas cuando te salga con el cuento de que eres afortunada por salir con un tipo como él. No está bien que te prohíba cosas o que te insista que pareces una payasa cuando te pintas los labios de rojo. Tampoco tienes por qué lavarle su ropa o lidiar con sus borracheras. No tienes por qué soportar que en tus narices coquetee con otras mujeres y te diga que no puede evitarlo porque es hombre. Esto es manipulación y violencia psicológica, está tratando de amedrentarte.
En algún momento te sugerirá que dejes la universidad pues no necesitas estudiar y porque él te mantendrá… por fortuna no le harás caso. Paradójicamente te pedirá dinero prestado y jamás te lo pagará, se llevará tu grabadora, unas joyas, tu lámpara de escritorio y tu dignidad.
Sé que te fascina cantar, por eso no lo escuches cuando te diga que eres desafinada y que tus aullidos le producen dolores de cabeza. Unos años más tarde ganarás un concurso, tu voz será libre y retumbará. No es cierto eso de “calladita te vez más bonita”. Habla fuerte y grita si es necesario. ¡Pide ayuda por favor!
No te alejes de tu familia y amistades, a los abusadores les interesa que te veas sola y vulnerable. Me encantaría poder abrazarte y decirte que formes una red de apoyo. Te adelanto que ahora tienes mucha gente bonita que te acompaña y que tu vida no gira en torno a un ser tan nefasto que no merece ser nombrado.
Y aunque no merece semejante protagonismo, me siento con la responsabilidad de escribir sobre él, porque quisiera que todas las que lean esta carta y que están pasando por algo similar, saquen la fuerza para salir de allí.

Debo advertirte que no vayas este jueves a su apartamento, discutirán y empezará a golpear las paredes, tú sentirás mucho miedo al ver que se acerca con sus ojos feroces y desorbitados. Luego irá por ti, cogerá tu cabeza y la empujará hacia el muro, te dará tremendo golpe y caerás aturdida, unas horas más tarde despertarás en el hospital con un fuerte dolor en la frente y el amor propio fracturado. Él estará a tu lado llorando, pidiéndote perdón, con un ramo de flores y con los chocolates que tanto te gustan. Lo más duro de todo, es que no será la primera vez que lo haga.
Habrá períodos de luna de miel, luego se acumulará una gran tensión y el tipo estallará otra vez. Te va armar show porque no le “pediste permiso” para salir, porque tienes amigos hombres, o porque te pusiste minifalda. Dejarás de hacer cosas para no molestarlo y para que no se irrite. Sin darte cuenta entrarás a lo que se denomina el ciclo de violencia.
Pero un día empezarás a entrar en razón y te cansarás de los abusos. Tus amigas feministas te harán caer en cuenta de cosas que no habías sido capaz de ver. Te llenarás de valor y lo buscarás para dejarlo, obviamente él te la pondrá difícil porque es un tipo grande que inspira temor, sin embargo, lo mirarás a los ojos y lo mandarás a la mierda sin tiquete de regreso.
Mi corazón se arruga al darte algunos detalles de este escabroso capítulo y más al saber que tardarás en recuperarte. Me duele que vayas a perder tiempo valioso alimentando la paranoia y el rencor. Habría preferido que derramaras menos lágrimas y que sanaras más rápido. No te culpes más, al contrario date más amor y menos palo.
Si por causalidades cósmicas pudieras llegar a leerme, sabrías que en el futuro vas a estar muy bien, te sentirás orgullosa de la mujer en la que te convertiste. Y créeme, al final saldrás adelante.
Hoy he sido capaz de escribirte y hacerlo público, porque luego de un largo proceso dejé de tocar la herida y por fin cicatrizó. Desde hace tiempo este acontecimiento ya no tiene poder sobre mi vida, estoy tranquila y mi mundo es bonito, tengo amor en mi interior y quienes me rodean fluyen en la misma frecuencia, mas debo confesarte que a veces pienso en ti, aquella muchachita asustada de 17 años y 45 kilos que fue víctima del romanticismo patriarcal y de un hombre perturbado.
Quiero que sepas que ya no eres una chica frágil, ahora eres una fémina valiente cuyo camino empezó hace más de quince años cuando te pusiste las botas, dijiste #NiUnaMás y descubriste tus súper poderes. Ya no eres una víctima, eres una sobreviviente que ahora usa lo aprendido para inspirar a otras mujeres.
Lo que no te mata te fortalece. Y tú, mi querida yo del pasado, eres más fuerte de lo que crees.
Todo mi amor para ti. Ayer, hoy y siempre.
Atte:
Valeria del presente.
www.instagram.com/valeriadebotas/