El primer amor no siempre llega en orden
Cuando se alcanza la madurez emocional es que empezamos a comprender lo que es y lo que no es el amor de pareja...

Publicado en enero de 2018
Hace unos días vi en el muro de Facebook de una amiga, un meme con la siguiente frase: “El primer amor no siempre llega en orden” y me pareció tan acertada y real que quise escribir sobre ello, pues a mis treinta y tantos años puedo dar fe, al menos desde mi experiencia personal que dicho enunciado es veraz.
Y sin negar que hay personas que encuentran su primer y único amor, y este se mantiene en el tiempo (lo que será estupendo para unas y aburridísimo para otras por el tema de la monogamia) lo cierto es que en la mayoría de los casos de la vida real, los amores verdaderos suelen aparecer más tarde de lo que nuestra cabeza llena de expectativas, cuentos de hadas y pajazos mentales ha planeado.
Considero que el “primer amor” eres tú, cuando te descubres, te aceptas y creces, pero si de amor en pareja se trata, muchas veces nuestras primeras relaciones románticas sin quitarles lo bonitas o intensas, son producto del enamoramiento, los ardores juveniles, o el deseo de experimentar las mal llamadas emociones fuertes que al final se traducen en cinco letras: “Drama”. Luego de un tiempo vemos muchos de aquellos encuentros como borradores, ensayos de prueba y error, que nos suministraron dosis de felicidad o de dolor, invaluables por los grandes aprendizajes, y así cuando se alcanza la madurez emocional es que empezamos a comprender lo que es y lo que no es el amor.
Este sentimiento no es magia o destino, cuando somos conscientes de ello y comprendemos que el amor se construye, entonces la situación surge de manera natural al conocer a la persona indicada, es decir, muchos miedos se disipan y decidimos que vale la pena invertir tiempo, cariño y esfuerzo en cimentar algo sólido. Lo que con otra gente fue complicado o difícil, con él o ella la cosa fluye de maravilla.
Tengo una amiga en sus cuarentas, separada y con tres hijos, que luego de un duelo de más de dos años, conoció a un tipo que le hizo entender lo que es un amor bonito. Ella pensó que después de su divorcio nunca más iba a volver a experimentar el fuego en su corazón. Ahora se siente de quince y sus ojos le brillan, solo que su sensación de amor ya no es de adolescente, porque tiene el bagaje de las lecciones ganadas en sus relaciones previas, ya no es un fuego que quema sino que calienta y da confort, su madurez la lleva a ser más asertiva, a no volver a repetir errores pasados, a dejar tanta pendejada y a enfocarse en ser feliz. Ella manifiesta que a pesar de haber tenido 2 novios, uno que otro tinieblo y luego un esposo durante 12 años, considera que su pareja actual es su primer amor.
Y esto no quiere decir que ella no valore sus relaciones anteriores, al contrario, gracias a sus relaciones anteriores buenas o malas, hoy toma mejores decisiones. Y su sabiduría la lleva a aceptar que si bien su noviazgo actual es ideal, esto no quiere decir que serán felices por siempre, ella está disfrutando el aquí y el ahora, e independiente si le dura 10 meses o 20 años, ha marcado su vida de forma positiva porque lo siente como algo verdadero.
Así como la historia de mi amiga, hay una variedad de relatos y vivencias que llevan a concluir que tus romances no pueden ser iguales a los de tu vecina, hermana o compañera de trabajo, a cada persona le llegan las relaciones importantes en épocas diferentes de la vida. Hay gente que encuentra muy joven ese amor bonito, hay gente que lo encuentra en sus treintas, otras después de su tercer divorcio, hay gente que nunca lo encuentra, y hay quienes no desean encontrarlo ya que se sienten bien con su soltería.
Con el tiempo se aprende que las equivocaciones ayudan a crecer, que confundimos bastante el enamoramiento con el amor, que podemos tener más de una relación significativa en el camino, que a veces conocemos buenas personas en el momento incorrecto, o que nos empeñamos en rehabilitar gamines que aparecen en el momento indicado, que es necesario sanar las heridas para no llevar viejos traumas a las relaciones siguientes. Con el tiempo te das cuenta que las cosas buenas toman su tiempo, y que por eso el primer amor no siempre llega en orden, llega cuando estás lista.
Valeria DeBotas
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