Ser una madre disruptiva
En este mundo no es nada fácil maternar, porque también se padece de la presión social y de las etiquetas de ser buena o mala progenitora.

Esto es una homenaje a las madres, en especial a las que:
Se rebelan contra los estereotipos de perfección y sacrificio.
Se cuidan a sí mismas y sacan tiempo para ellas
Deciden no perpetuar la crianza de machitos y sumisas
Saben que no hay una sola forma de vivir la maternidad
Comprenden que tener hijos e hijas no significa abandonar su vida sexual
Admiro y honro a esas mamás que tienen las botas puestas y que aman bonito a sus retoños, porque en este mundo no es nada fácil maternar, pues también padecen de la presión social y de las etiquetas de ser buena o mala progenitora.
Porque la gente les pregunta para cuando el segundo o tercer bebé, porque las tildan de egoístas cuando deciden sacar tiempo para sí, porque les exigen ser súper heroínas que nunca se cansan, porque la sociedad espera que su cuerpo vuelva a ser el mismo como si el embarazo no ejerciera cambios en la mente y en la piel.
En una fecha como hoy, más que desearles un feliz día, mi anhelo es toda una vida de buenos momentos, libre de las presiones sociales y culturales, que se les reconozca su labor en el hogar y por supuesto sus derechos, que vivan una maternidad autónoma, bonita y sobre todo deseada.
Valeria DeBotas
www.instagram.com/valeriadebotas/
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