Todo empieza por el amor propio
Algunas piensan que el amor propio consiste en ser egoísta o creerse superior al resto, y nada más alejado de la realidad puesto que una persona con buena autoestima es empática y asertiva...

Publicado en diciembre de 2017
El amor propio es fundamental porque es la base de todo. Es un sentimiento que está relacionado con la autoestima. Muchas mujeres confunden el término y creen que solo se limita al aspecto físico, a si se consideran bellas o no. Algunas piensan que el amor propio consiste en ser egoísta o creerse superior al resto, y nada más alejado de la realidad puesto que una persona con buena autoestima es empática y asertiva, así que no necesita tratar mal a los demás para sentirse mejor.
En realidad el amor propio tiene muchas definiciones y se compone de varios aspectos:
La imagen que tienes de ti misma: Si te sientes satisfecha con la persona que has construido, esto incluye tanto lo interno como lo externo. Si te sientes orgullosa de quien eres, si no tratas de imitar a nadie, e inviertes en seguir alimentado ese amor a través de actividades gratificantes.
El autoconomiento: Viene de la autorreflexión y es cuando reconoces las cualidades y capacidades que te hacen valiosa, pero también aceptas los defectos que tienes y comprendes que cada día es una nueva oportunidad para mejorar. Si no te conoces entonces como te vas a amar.
Eres responsable: No le echas la culpa a otras personas por las cosas negativas que te suceden, reconoces tu grado de responsabilidad en las decisiones que tomaste. También se trata de no refugiarse en terceros para llenar vacíos, tus vacíos los resuelves tú, sin esperar que otro te salve.
Tienes metas: Una vida sin propósitos es una vida vacía, por eso además de soñar también diseñas unos planes de acción, priorizas en las actividades que poco a poco te lleven al logro de esas metas que influirán en el mejoramiento de tu calidad de vida.
Pones límites: Sabes decir NO. Cuando es necesario cortas con aquellas personas que sientes que te están haciendo daño y que atentan contra tus valores y dignidad. Si algo no te gusta lo expresas sin miedo al qué dirán.
Autocuidado: Entiendes que tu cuerpo es un templo, por eso lo alimentas bien, vigilas tu salud, te proteges en los encuentros sexuales, te respetas, te perdonas y eres compasiva contigo misma cuando cometes errores.
Amor para dar: Cuando tienes amor propio hay también mucho sentimiento para dar a los demás, expresas tu cariño hacia los demás, eres amable y te rodeas personas que vibren en tu misma sintonía.
Buscas tu crecimiento: Realizas alguna práctica espiritual y consideras importante convertirte en mejor ser humano. Te interesas por aprender cosas nuevas. Sacas tiempo para reflexionar acerca de la forma que llevas tu vida.
Nuestro nivel de amor propio está latente todo el tiempo, sin darnos cuenta lo reflejamos en la manera como caminamos, en la forma de comunicarnos con las otras personas, en las decisiones que tomamos, en cómo resolvemos los problemas y es lo que finalmente nos inspirará a construir una VIDA 10.
Valeria DeBotas